Dios no hizo todos los cargadores USB iguales

En un mundo en el que casi todos los dispositivos pequeños se alimentan con un cargador USB y en el que hay cargadores con varios puertos USB que dicen ser capaces de entregar tres amperios, uno esperaría que los cargadores modernos sean más eficientes y más capaces. Nada más lejos de la realidad. La mayoría de los cargadores USB son malos, muy malos. Por muchos amperios que digan entregar.

Normalmente yo sigo usando el cargador que me vino con el iPhone 3G en 2008. En este artículo verás por qué.

Para las pruebas usaré un teléfono con la batería descargada capaz de cargar a un amperio o, equivalentemente, 5V*1A = 5W (5 watios).

Los teléfonos modernos tienen una potencia máxima de entrada (en este caso, 5 watios), pero reducen el amperaje si el voltaje cae por debajo de los 5 voltios. En un mundo ideal el teléfono se movería al punto donde el producto entre el voltaje y la intensidad es máximo, pero esa sofisticación es mucho pedir y, en la práctica, lo que hace un teléfono normal es reducir su amperaje de carga si ve que el cargador es incapaz de mantener el voltaje en niveles aceptables [1].

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Aunque el factor limitante acostumbra a ser el cargador, lo cierto es que el cable USB puede ser un problema. Si el cable es muy largo o de baja calidad, puede introducir pérdidas apreciables. El efecto es fácil de medir simplemente cambiando el cable por uno más corto mientras usamos el mismo cargador.

Para evitar este efecto en las pruebas, usaré siempre el mismo cable USB.

Lo más importante que hay que tener presente es que el estándar USB marca que, aunque el voltaje oficial es 5V, se consideran aceptables voltajes desde 4.40V a 5.25V. Esto tiene importancia para lo que sigue.

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Aquí vemos el cargador del iPhone 4 (2010) en acción. El voltaje en reposo lo clava, pero en cuanto el móvil empieza a meter carga, el voltaje cae tanto que el móvil se autolimita y no llega a aprovechar toda su capacidad. La potencia total entregada es de 4.79V*0.74A = 3.54 watios. Las especificaciones de este cargador indican que es capaz de proporcionar un amperio pero, desde luego, no a cinco voltios.

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En cuatro años la tecnología de Apple en cuestión de cargadores avanza más bien poco. El cargador del iPhone 6 (2014) entrega al móvil 4.76V*0.84A = 4 watios. Una mejora del 13%. No es mucho, a pesar de que las especificaciones de este cargador también dicen que puede proporcionar un amperio. Será bajando el voltaje considerablemente.

Es de señalar se consideraría un voltaje USB válido hasta 4.40V. Es posible que estos cargadores puedan proporcionar un amperio en esas condiciones (eso dicen sus especificaciones). En ese caso estaríamos hablando de que entregarían 4.4 watios. En cualquier caso mi móvil es conservador y protege el cargador no permitiendo que su voltaje baje por debajo de 4.75V.

Veamos ahora un cargador de 2013 cuya especificación indica que puede entregar dos amperios:

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Este cargador de "los chinos" es una completa decepción. Bajo carga se comporta tan mal como los anteriores, a pesar de indicar claramente que es capaz de proporcionar dos amperios. Menudo timo. Eso sí, tiene lucecitas y es como el doble de grande que los cargadores de Apple. Pero no me engañas, so chorizo.

Para terminar, aquí vemos cómo se comporta el cargador del iPhone 3G, fabricado en 2008:

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El voltaje en vacío es un poco alto, justo en el límite de lo aceptable para una conexión USB. Pero el comportamiento bajo carga es espectacular. No solo es capaz de proporcionar más de un amperio (el límite indicado en sus características) sino que además el voltaje bajo esa carga extrema está por encima de los cinco voltios. Es decir, está entregando al móvil 5.04V*1.12A = 5.64 watios. ¡Fantástico!. Me pregunto qué amperaje será capaz de entregar con un voltaje de 4.75V... pero no quiero arriesgarme a cargármelo.

Y por eso, niñas y niños, es por lo que sigo usando un cargador de móvil de 2008. Porque le da cien patadas al resto.